6.- Yerma : poema trágico en tres actos y seis cuadros / Federico García Lorca

Federico García Lorca fue un poeta, dramaturgo y prosista español. Adscrito a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo xx. Como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo xx, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo.
El teatro de García Lorca es, con el de Valle-Inclán, el de mayor importancia escrito en castellano en el siglo XX. Es un teatro poético, en el sentido de que gira en torno a símbolos medulares —la sangre, el cuchillo o la rosa—, de que se desarrolla en espacios míticos o presenta un realismo trascendido, y de que, en fin, encara problemas sustanciales del existir. El lenguaje, aprendido en Valle-Inclán, es también poético. Sobre Lorca influyen también el drama modernista (de aquí deriva el uso del verso), el teatro lopesco (evidente, por ejemplo, en el empleo organizado de la canción popular), el calderoniano (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y la tradición de los títeres. La producción dramática de Lorca puede ser agrupada en cuatro conjuntos: farsas, comedias «irrepresentables» (según el autor), tragedias y dramas.
Entre las farsas, escritas entre 1921 y 1928, destacan La zapatera prodigiosa, en la que el ambiente andaluz sirve de soporte al conflicto, cervantino, entre imaginación y realidad, y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, complejo ritual de iniciación al amor, que anuncia los «dramas irrepresentables» de 1930 y 1931: El público y Así que pasen cinco años, sus dos obras más herméticas, son una indagación en el hecho del teatro, la revolución y la presunta homosexualidad —la primera— y una exploración —la segunda— en el ser humano y en el sentido del vivir.
Consciente del éxito de los dramas rurales poéticos, Lorca elabora las tragedias Bodas de sangre (1933) y Yerma (1934), conjugación de mito, poesía y sustancia real.
Los problemas humanos determinan los dramas. Así, el tema de la «solterona» española (Doña Rosita la soltera, 1935), o el de la represión de la mujer y la intolerancia en La casa de Bernarda Alba (1936), para muchos la obra maestra del autor

Yerma (1934) es una obra teatral popular escrita por Federico García Lorca que desarrolla una tragedia de ambiente rural. El tema principal es el instinto frente a la represión, ya que Yerma lucha porque su instinto le dice que debe ser madre, pero no lo logra, y por eso termina odiándose. Por un lado, a través de un gesto radical, se libera de la esterilidad de Juan, aunque no de su tragedia personal. Por otra parte, la determinación de Yerma de matar a Juan obedece en parte a su deseo de cumplir con una función impuesta por la sociedad; quiere tener hijos como las mujeres casadas que viven a su alrededor, pero al no poder tenerlos se libera de la carga matando a su marido.
Lorca utiliza una amplia serie de símbolos como recursos para marcar los sentimientos o las situaciones de los distintos personajes a lo largo de la obra (tanto en Yerma como en otras muchas). Algunos de estos son: la imagen y mención al agua de lluvia o la fuente, que representan la fecundidad; del agua corriente y la leche, que es la esperanza que tiene la mujer de quedar embarazada; las flores (sobre todo la rosa), que son la alegría ante la maternidad; en cambio, la roca, la sequedad, la arena y las sombras simbolizan la esterilidad, mientras que el muro representa el impedimento.

Autor: 
García Lorca, Federico (1898-1936)
Editor: 
Cátedra,
Año: 
1982
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