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En 1952 se publicó en Estados unidos una novela titulada El precio de la sal, escrita por una tal Claire Morgan. En 1989 se reimprimió con el título de Carol y con el verdadero nombre de su autora, Patricia Highsmith. Añadió un prólogo donde explicaba las razones que entonces la obligaron a ocultarse y su satisfacción porque hubiera ayudado a otras lesbianas. Vendió cerca de un millón de ejemplares.
La obra era insólita para su tiempo porque la relación lésbica termina bien; eso presuponía que no se condenaba moralmente el lesbianismo. Su género no es de corte policíaco, habitual de Highsmith; más bien se adentra en la psique de una joven que está descubriendo su homosexualidad.
Carol fue concebida cuando había terminado su primera novela Extraños en un tren, que años más tarde fue llevada al cine por Alfred Hitchcock y la dio a conocer al gran público. Mientras tanto se encontraba sin dinero y trabajaba en la sección de juguetes de unos grandes almacenes. Un día, una elegante mujer rubia envuelta en visones, entró a comprar una muñeca, dio un nombre y una dirección para que se la enviaran y se marchó. De este encuentro surgió de un tirón el argumento completo de Carol, que comienza justamente con el encuentro de Therese, una joven escenógrafa que trabaja accidentalmente como vendedora, y Carol, la elegante y sofisticada mujer, recién divorciada, que entra a comprar una muñeca para su hija y cambia para siempre el curso de la vida de la joven.
En la novela, Highsmith habla de la relación amorosa entre dos mujeres en el Nueva York de los años cincuenta, y con esta novela descubría su sexualidad, su pasión por las mujeres, a las que amó más que a nada y a las que torturó más que a nadie. Siempre hubo ocultación, engaño, terror a que descubrieran dentro de ella, a que la invadieran y ya nunca la dejaran en paz. Pero no pudo evitar escribir esta obra redonda, una novela tan autobiográfica como pocas.
La novela contiene un cuento de hadas cruel con matices lujuriosos y sanguinarios, pero con final feliz. Porque aunque empieza suavemente, pronto empezamos a ver lo insólito y lo abyecto a través de los ojos puritanos de los que rodean a las dos mujeres. Hasta que no se publicó Carol, las novelas sobre homosexuales tenían un final atroz y todo iba encaminado a castigar ese deseo lujurioso antinatural entre personas del mismo sexo. Carol fue una revolución no solo porque el final fuera feliz y nadie muriera de manera trágica, sino porque era un amor entre dos mujeres, cuando la mayoría de los textos de carácter homosexual trataban las relaciones entre dos hombres.
En noviembre de 2015 se estrenó la película basada en la novela, dirigida por Todd Haynes y protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara, con gran éxito de crítica y público, además de siete nominaciones a los Oscar entre otros premios.