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Dame Jean Iris Murdoch nació en Dublin en 1919. Su padre provenía de una familia de granjeros presbiterianos de Hillhall, Condado de Down (cerca de Belfast), y su madre, Irene Alice Richardson pertenecía a una familia anglicana de clase media de Dublín. A temprana edad, los padres de Murdoch se mudaron a Londres. La futura escritora fue educada en escuelas progresistasy, posteriormente estudió historia antigua y filosofía en el Somerville College, de Oxford, y filosofía como postgraduada en el Newnham College de Cambridge, donde tuvo como maestro a Ludwig Wittgenstein. En 1948 se convirtió en profesora del St Anne's College, de Oxford. En 1954 escribió su primera novela, Bajo la red, pero había publicado previamente ensayos sobre filosofía, incluyendo el primer estudio en inglés sobre Jean-Paul Sartre.
Iris publicó veinticinco novelas más y otros trabajos sobre filosofía y drama hasta 1995, año en que comenzó a padecer los devastadores efectos del mal de Alzheimer, que al principio atribuyó a "bloqueo de escritor". Falleció a los 79 años, en 1999.
Sus novelas son a veces intensas y extrañas, plenas de humor negro y giros impredecibles en sus argumentos; diseccionan la fachada civilizada de las clases altas en las que sus personajes se mueven. Sobre todo, sus personajes han de verse con cuestiones de moral, y los conflictos entre el bien y el mal son habitualmente presentados en escenas mundanas que ganan en fuerza mítica y trágica mediante el modo ingenioso en que son representados. Aun cuando sus novelas son refinadas intelectualmente, muchas veces son melodramáticas y cómicas, enraizadas, según sus propias palabras, en el deseo de contar «un buen cuento divertido».
Además de la influencia de su trabajo como filosofa, también lo estuvo por los novelistas ingleses y rusos del siglo XIX. Sus novelas incluyen con frecuencia personajes alegres, mascotas amables y a veces un personaje masculino demoníaco y poderoso que impone su voluntad sobre los otros.
Aunque en principio escribía de un modo realista, otorgó cierta ambigüedad en su trabajo haciendo uso de un engañoso simbolismo, y mezclando elementos de su fantasía en sus escenas descritas con precisión. El unicornio (1963) puede ser leída y disfrutada como una novela gótica muy elaborada o como una parodia de la escritura gótica. El príncipe negro (1973) es un estudio notable sobre la obsesión erótica, y el texto deviene complicado, sugiriendo múltiples interpretaciones cuando los personajes secundarios contradicen al narrador y al misterioso «editor» del libro.
Murdoch gozaba de un gran prestigio, siendo calificada a menudo como “la mujer más brillante de Inglaterra”. Era conocida sobre todo por sus novelas, pero también se la respetaba en los círculos filosóficos de Oxford y Cambridge como una pensadora excéntrica y radicalmente independiente. Logró destacar en dos ámbitos cuya confluencia es a menudo problemática. Iris Murdoch fue, por un lado, una novelista divertidísima y, por otro una "gran filósofa moral", una pensadora que se atrevió a enfrentarse a los dogmas de su época, abriendo un pequeño camino propio en el tupido bosque de la filosofía del siglo XX.