Vasili Kandinsky, 1866-1944 : en camino hacia la abstración / Ulrike Becks-Malorny

Ruso, alemán y después francés, el pintor Wassily Kandinsky fue el gran teórico (y práctico) del arte abstracto, es decir, este arte en el que la representación del objeto es secundaria e incluso perjudicial: la belleza del arte reside en la riqueza cromática y la simplificación formal. Es la representación de lo esencial del arte, no una burda imitación de la naturaleza, que es de por si insuperable. Kandinsky compaginó sus estudios de derecho y economía con clases de dibujo y pintura.
Como buen aficionado al arte de principios del siglo XX, le interesaban las culturas primitivas y las manifestaciones artísticas populares rusas. A los 30 años lo abandonó todo para estudiar pintura en Munich, y viajó por numerosos países para descubrir colores, formas y formas de representación alejadas de la mímesis tradicional. Encabeza el grupo expresionista Der Blaue Reiter (el jinete azul), con el que comienza a obsesionarse con expresar algo más allá de la simple representación de la naturaleza. Poco a poco, su experimentación continuada culmina en torno a 1910, entregándose a la pura abstracción. Un poco de la libertad cromática de los fauvistas, el impulso personal del artista típico de los expresionistas y una espiritualidad que robaba tanto de las matemáticas como de la música.
Entre 1910 y 1914, Kandinsky pintó obras de tres categorías: las impresiones (inspiradas en la naturaleza), las improvisaciones (expresiones de emociones internas) y las composiciones (de gran rigor compositivo aunque basadas en la pura intuición). Líneas negras agrupadas junto a vivos colores, geometrías, motivos decorativos eslavos y formas en armonía. Sería por tanto, uno de los padres del arte abstracto, que se acabaría diversificando y contaminando a otros movimientos, del Surrealismo al Neoplasticismo, pasando por el Constructivismo y el Expresionismo abstracto.
De 1918 a 1921, Kandinski trabajó en la política cultural de Rusia y colabora en la educación artística y la reforma de los museos. Pintó poco durante este período dedicando su tiempo a la enseñanza artística con un programa basado en el análisis de la forma y del color. Su punto de vista espiritual y expresionista del arte fue finalmente rechazado como demasiado individualista y burgués. En 1921, Kandinski fue invitado a ir a Alemania, para asistir a la Bauhaus de Weimar, por su fundador el arquitecto Walter Gropius. Kandinski no solo enseñó en las clases de diseño básico para principiantes y el curso sobre teoría avanzada en el Bauhaus, sino que también llevó a cabo clases de pintura y un taller en el que aumentó su teoría del color con los nuevos elementos de la psicología de la forma.

Autor: 
Becks-Malorny, Ulrike.
Editor: 
Taschen,
Año: 
2007
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