Encuadernación renacentista en la BLR

"... e tiene unas coberturas de cuero colorado, e tiene en la una tabla dos floresitas de plata dorada é con sus cubos en que solían entrar las cerraduras del libro é en la otra tabla están en logar de charnelas tres clavicos de plata dorada, é cada cerradura con cinco tachoncicos de latón e las cerraduras no tiene cabos"
(Inventario de libros pertenecientes a la reina isabel la Católica... en el año 1503, entrada 123)

Introducción
La aparición de la imprenta a finales del siglo XV transformó completamente la edición del libro. La encuadernación no va a permanecer ajena a estos cambios. La multiplicación del número de ejemplares trae consigo la salida de los libros de los estrechos círculos, Iglesia y altas jerarquías, en que se había movido hasta entonces. La encuadernación se va a organizar como actividad plenamente autónoma, desde el punto de vista artístico y mercantil, creándose numerosos talleres. Paralelamente,  en la segunda mitad del siglo XV, comienza en italia un movimiento de renovación artística, literaria y social, de raíces e imitaciones clásicas que se difunde rápidamente por Europa, impulsado por la invención de la imprenta, el Renacimiento. 

1. Nuevas técnicas
Se idearon nuevos procedimientos de decoración que van a responder a tres criterios fundamentales: rapidez, economía y originalidad. La decoración mediante hierros sueltos que exigía tiempo, esfuerzo y habilidad será sustituida por la plancha y la rueda. 
En Holanda, desde finales del siglo XV, comienzan a utilizarse en las encuadernaciones planchas de metal en las que se grababa toda la decoración de la tapa, imprimiendose sobre ella con ayuda de una prensa de troquel. Trae consigo un ahorro de tiempo y un detrimento de la originalidad ya que se producían muchas encuadernaciones iguales.
Son característicos los hierros llamados aldinos, creados para orlas, adornos tipográficos y encuadernaciónes por Aldo Manucio y que usa hojitas como de hiedra empleadas sueltas o formando floroncillos; así como un variadísimo repertorio de filetes curvos y, sobre todo, la rueda, disco de metal que gira sobre un eje, al cual está fijada una horquilla que se inserta en un mango de madera. Sobre el borde del disco están grabados, en hueco o en relieve, diversos motivos decorativos que, al hacerlo girar con presión sobre el cuero, se repiten indenfinidamente formando bandas u orlas de distintas formas: cuadradas, rectangulares, hexagonales... Las típicas encuadernaciones gofradas del Renacimiento se resolvían con varias de estas orlas, dispuestas comúnmente en forma concéntrica, decorándose los espacios libres resultantes (central y entrecalles) con florones y/o hierros sueltos.
En la encuadernación se produce un cambio esencial en la manera de decorar, por aplicarse a ella el oro en el embellecimiento exterior de los libros. La técnica es minuciosa y requiere una destreza manual perfecta. El comienzo de su empleo se piensa que es hacia la mitad del siglo XVI ya que los ejemplares decorados con oro se hacen corrientes hacia la década de 1560

2. Características
La encuadernación renacentista se introduce con un considerable retraso en España. Durante el siglo XV y primera mitad del XVI encontramos un estilo renacentista contamidado con los elementos de la tradición medieval cristiana y con la rica tradición de los modelos mudéjares que ya vimos en la anterior entrada. 
La evolución de los motivos artísticos de las encuadernaciones será progresiva pasando de tipos musulmanes con gran lazo central, motivos hexagonales o estrellados, o góticos con rosetones, cuadrifolios, cruces, rombos o escudetes, dominantes en los últimos años del siglo XV, a la incorporación paulatina, durante el siglo XVI, de otros motivos cada vez más geométricos, con predominio de un gran rectángulo central, orla o varios recuadros.
A la cubierta del libro renacentista se trasladan completos programas decorativos humanistas derivados de la decoración arquitectónica del primer Renacimiento español, el "plateresco". Sus elementos son: ruedas de grutescos o follajes, camafeos, bustos, escudos, candelabros o flameros, etc. dispuestos en losange o, con mayor frecuencia, en varios recuadros, pudiéndose completar los espacios libre con hierros sueltos, dorados o no, y de muy diversas figuras y procedencias: leoncitos, pájaros, águlas, floroncillos aldinos, máscarones, etc., empleadas siempre sin oro. A estas ruedas renacentistas se agregan otros tipos como las que presentan solo decoración vegetal y floral dispuesta en espirales o róleos (con técnica gofrada y dorada); o las constituidas por trofeos, armas o estandartes romanos. Hay una serie de ruedas, las llamadas zoomórficas o de pequeños animalillos que están echados, marchan o corren entre graciosas hojarascas que tienen un carácter fuertemente popular español. Se aplican siempre con oro

3. Encuadernaciones renacentistas en la Biblioteca de La Rioja
En la Biblioteca de La Rioja encontramos una nutrida representación de obras encuadernadas al estilo renacentista. La mayor parte de las encuadernaciones se han realizado en piel castaña sobre tabla o sobre cartón y con la técnica del gofrado.
Tenemos muy pocas obras con la técnica del dorado, destacando la obra de Martín Azpilicueta, Enchiridion sive manuales confessariorum et poenitentium, impreso en París por Nicolas du Fossé en 1602, que presenta una orla decorada con rueda con flores estilizadas de cuatro pétalos y tallos ondulados. El espacio central lleva adornos dorados de florones en sus esquinas y en el eje vertical dos angelotes y un cordero pascual.  

Detalle central Biblioteca de La Rioja, sig. FAN 1975.

 

Bordura rectangular que encuadra una orla con esquinas dobladas hacia dentro en forma de abanico y enmarca otra orla rectangular en la que se inscribe un rombo partido en dos triángulos por una banda horizontal. (Biblioteca de La Rioja, sig. IyR 60) Orla exterior rectangular que enmarca un losange en el que se inscribe un rosetón. Tanto el rectángulo como el rombo se encuentran enmarcados por gruesos filetes. La orla y el rombo condecoraciones vegetales compartimentadas por cuerda o filetes. (Biblioteca de La Rioja, sig. FAN 1891)


4. BIBLIOGRAFÍA: 
CARPALLO BAUTISTA, A. Esbozos de la encuadernación artística española .  Madrid : CSIC, 2017.
CHECA CREMADES, J. L. La encuadernación renacentista en la biblioteca del monasterio de El Escorial.  Madrid : Ollero y Ramos, 1998.
La encuadernación artística española : su expresión en La Rioja. Logroño : Biblioteca Pública Central de La Rioja, D.L. 1994.
LÓPEZ SERRANO, M. La encuadernación española. Madrid : Anabad, 1972.

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