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La literatura homosexual, esto es, una literatura que trata explícita y principalmente sobre personajes y asuntos homosexuales, ha estado ligada a la progresiva aceptación social de la homosexualidad en España. En la época de Al-Andalus floreció una poesía de gran refinamiento y alta calidad, en la que el homoerotismo era frecuente, incluso escrita por los propios reyes andalusíes. La caída del Califato de Córdoba en el siglo XI y el subsiguiente dominio de los almorávides y la división en los reinos de taifas, descentralizaron la cultura por todo al-Ándalus, produciendo una época de esplendor en la poesía. La invasión almohade trajo el surgimiento de nuevas cortes literarias en los siglos XII y XIII. La mayor autonomía femenina en esta etnia norteafricana hizo aparecer un mayor número de poetisas, algunas de las cuales escribieron también poemas que cantaban la belleza femenina. El homoerotismo presente en la poesía andalusí establece un tipo de relación similar al descrito en la antigua Grecia: el poeta adulto asume un papel activo frente a un efebo que asume el pasivo.
No se puede hablar de presencia de este tipo de literatura en España hasta el momento de la literatura realista, a partir del último tercio del siglo XIX y durante buena parte del siglo XX, en la que la homosexualidad recibe un tratamiento negativo. No solo por los previsibles problemas con la Iglesia, sino también por las teorías positivistas que hablaban de delincuencia y enfermedad. En la literatura los personajes homosexuales aparecen infiltrados en todas las clases sociales y se presentan, en general, como elementos amenazadores para la buena salud de la sociedad (aunque hay excepciones, como el capellán protagonista de Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán). A principios del siglo XX, autores españoles homosexuales como Jacinto Benavente, Pedro de Répide o Antonio de Hoyos y Vinent debían elegir entre ignorar el tema de la homosexualidad o representarlo de forma negativa.
Solo los autores sudamericanos publicaban literatura abiertamente sobre temas homosexuales fuera de estos tópicos, el chileno Augusto d'Halmar, el cubano Alfonso Hernández Catá y el uruguayo Alberto Nin Frías son ejemplos de gran interés.
La poesía fue el gran refugio de autores gays como los pertenecientes a la Generación del 27. Lorca, Prados, Cernuda, Aleixandre o Manuel Altolaguirre estaban influidos por los grandes escritores homosexuales europeos, como Oscar Wilde, André Gide o Marcel Proust. También se publica Poemas arabigoandaluces (1930) de Emilio García Gómez redescubrimiento de los poemas pederastas de poetas de Al-Ándalus.
Es muy significativo el tímido despertar de la literatura lésbica a principios del siglo XX. La primera obra en tratar del tema fue Zezé (1909) de Ángeles Vicente. En 1929 se estrenó la primera obra teatral que trataba del tema, Un sueño de la razón de Cipriano Rivas Cherif. La única que se atrevió a publicar versos homoeróticos fue Lucía Sánchez Saornil, aunque bajo seudónimo masculino. Otras autoras hicieron referencias al lesbianismo de forma más velada, como Carmen de Burgos. Hacia mediados de los años 30 se estaba produciendo una tímida apertura que se vio cortada por la Guerra Civil.
Tras la Guerra Civil, con Lorca asesinado y la mayoría de los poetas homosexuales o bisexuales en el exilio, la cultura gay se retiró de nuevo a la poesía oscura de Vicente Aleixandre, que nunca admitió su homosexualidad públicamente. Un caso distinto fue el de Juan Gil-Albert, cuya obra está teñida de abierto homoerotismo, aunque tuvo una menor difusión.
Otros poetas gais de la época fueron muchos de los pertenecientes al grupo Cántico, como Ricardo Molina, Vicente Núñez, Pablo García Baena, Julio Aumente y Juan Bernier. Más jóvenes, también eran gais Francisco Brines y Jaime Gil de Biedma. Este último, pese a su más bien breve obra poética, tuvo gran influencia en la poesía española de su momento y posterior y se le ha llegado a calificar de 'padre espiritual' de la poesía española posmoderna. La obra poética de Gil de Biedma se caracteriza por su realismo y su tono irónico, así como su discreción.
Tras la muerte de Franco, se produjo una mayor libertad en el mundo editorial y afloró el tema homosexual. La invisibilidad social de los homosexuales durante el franquismo y la falta de referentes en lengua española dentro de la literatura gay hizo que los nuevos autores o bien tomaran como modelos a figuras como Wilde, Genet, Proust, Rimbaud o Lautréamont o bien fijaran su mirada en el mundo de la cultura de masas. Es el momento de Juan Goytisolo, Luis Antonio de Villena, Antonio Gala y Terenci Moix, conocidos públicamente por sus frecuentes apariciones en televisión y por ser de los pioneros en declararse públicamente gais, ya a finales de los años 70. La novela que mejor refleja el cambio de mentalidad de los homosexuales (y de toda la sociedad española) a partir del final del franquismo se debe a un autor heterosexual, Manuel Vázquez Montalbán, quien trató el asunto en su novela Los alegres muchachos de Atzavara (1987). Otros autores de la década de 1970 o en la de 1980 son Álvaro Pombo, Vicente Molina Foix o Leopoldo María Panero.
Es en los años noventa cuando eclosionaron las publicaciones de tema homosexual, no solo poéticas y literarias, sino también teóricas. Es también el momento de las editoriales y las librerías especializadas en temas LGBT. Asimismo comienza la eclosión comercial de la literatura gay, principlamente a raiz del éxito de las Memorias de Terenci Moix. Surgen los ciclos de conferencias en instituciones como el Ateneo de Madrid, los congresos y los premios literarios: La editorial Odisea entrega desde 1999 el Premio Odisea a libros de temática gay y lésbica en lengua castellana. La fundación privada Arena comenzó a entregar en 2005 el premio Terenci Moix de narrativa gay y lésbica, que a partir de 2012 se denominó Premio Fundación Arena de Narrativa GLBTQ. La editorial Stonewall entrega desde 2011 el Premio Stonewall de Literatura LGTB.
Además de la pequeña selección aquí presente, la BLR ha elaborado una más amplia que recorre todas las épocas y estilos y que puede consultarse en el siguiente documento.
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