Stanley Martin Lieber, más conocido como Stan Lee, ha fallecido este lunes 12 de noviembre a los 95 años. Escritor y editor de cómics, además de productor y ocasional actor de cine. Es principalmente conocido por haber creado personajes icónicos del mundo del cómic tales como Spider-Man, Hulk, Iron Man, Los 4 Fantásticos, Thor, Los Vengadores, Daredevil, Doctor Strange, X-Men y Bruja Escarlata, entre otros muchos superhéroes, casi siempre acompañado de los dibujantes Steve Ditko y Jack Kirby. El trabajo de Stan Lee fue fundamental para expandir Marvel Comics, llevándola de una pequeña casa publicitaria a una gran corporación multimedia. 
Lee comenzó en 1939 como asistente en Timely Comics, división de la editorial Martin Goodman, que en los 60 se convertiría en Marvel Comics. Comenzó con tareas tan diversas como borrar el lápiz de los dibujos entintados. A los 20 años, debutó como guionista con un relato de dos páginas protagonizado por el Capitán América. Su objetivo entonces era convertirse en un escritor a la altura de sus admirados Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle o Edgar Rice Burroughs. No queriendo ensuciar su nombre, firmó este primer trabajo con el seudónimo «Stan Lee» (que, en inglés, suena muy parecido a «Stanley»).
En los sesenta Stan Lee encabezó la revolución Marvel dando a sus superhéroes una humanidad imperfecta, un cambio de los arquetipos ideales, típicamente para preadolescentes. Antes de esto, la mayoría de los superhéroes eran personas idealistas perfectas sin problemas serios y duraderos. Lee introdujo personajes complejos y naturalistas que podrían tener mal genio, ataques de melancolía y vanidad; discutiendo entre ellos, preocupados por pagar las facturas e impresionar a sus novias, aburridos o incluso enfermando físicamente.
El primer grupo de superhéroes que Lee y el artista Jack Kirby crearon juntos fue Los 4 Fantásticos. A partir de su gran éxito llevó a crear una gran cantidad de nuevos títulos y personajes: Hulk, IronMan, X-Men y un largo etcétera en el que destaca Spiderman. Todos ellos situados en un universo compartido, de forma que los relatos se entrelazan y se crean nuevos equipos como Los Vengadores.
La revolución de Lee se extendió más allá de los personajes y las historias, hasta la forma en que los cómics atrajeron a los lectores y crearon un sentido de comunidad entre admiradores y creadores. Y, como hecho fundamental, presentó la práctica de incluir regularmente los créditos en la página de inicio de cada historia, en los que se incluían guionista, dibujante, entintador, etc., acabando con la práctica de no reconocer el trabajo artístico, muy común haste antonces.
En el siglo XXI consiguió que el Universo Marvel al fin triunfara en el cine y la televisión. En todas las películas aparece como productor ejecutivo y son muy famosos sus constantes cameos, algunos espectaculares. Las películas Marvel siguen teniendo el espíritu original, con personajes con problemas corrientes y un constante entrelazamiento entre series cinematográficas y televisivas.
