Sidonie Gabrielle Claudine Colette 1873-1954

Colette era el seudónimo de Sidonie Gabrielle Claudine Colette (Saint Sauveur en Puysaye, Borgoña, 1873 - París, 1954). Novelista francesa, hija de un militar, a los veinte años se trasladó a París con su marido, el novelista Henry Gauthier-Villars, que se había hecho popular con el seudónimo de Willy. Su marido, en beneficio propio, la alentó a escribir la «serie Claudine», que más tarde se hizo famosa y comprende novelas como Claudina en la escuela (1900), Claudine à Paris (1901), Claudina en su casa (1902) y finalmente Claudina desaparece (1903).

Con Diálogos de animales (1904) comenzó verdaderamente la carrera de escritora de Colette. Después de trece años de desdicha doméstica, se separó de su marido en 1906 y llevó una vida bastante agitada que provocó escándalo. Bailó desnuda en el Moulin Rouge, mantuvo relaciones con la hija de un duque y también con Auguste Hériot, al mismo tiempo que escribía, daba conferencias y actuaba en teatro. Finalmente, ganó fama literaria con Renée (1910). En 1912 se casó con Henry de Jouvenel, de quien tuvo una hija.

En 1913 apareció El obstáculo y en 1916 La Paix chez les bêtes, pero gran parte de su actividad estuvo consagrada a artículos y crónicas periodísticas. A partir de 1917, Colette trabajó en textos en los que se mezclaban relato y teatro: Mitsou ou Comment l'esprit vient aux filles (1919) y Chéri (1920), novela consagrada al amor entre un adolescente y una vieja cortesana, que consolidó su prestigio. La temática de iniciación al amor fue retomada en El trigo verde (1923). Siguieron Al rayar el día (1928), La casa de Claudina (1930) y Sido (1930), así como varios relatos intimistas.

Hacia el año 1927 sus obras eran elogiadas por autores tan famosos y diversos como Marcel Proust, André Gide y Paul Claudel. De sus novelas (la mayor parte de las cuales reflejan de un modo apasionado, realista y sardónico los problemas de una mujer enamorada) la más conocida es Gigi (1945), adaptada al teatro. Su última obra fue En pays connu (1950). En 1953 fue ascendida a gran oficial en la Legión de Honor, grado que sólo otra mujer había alcanzado antes que ella. Pese a su escandalosa vida, y habiéndosele negado un funeral católico por su condición de atea, la República Francesa le hizo unos funerales de estado, de forma que ha sido la única escritora francesa que ha gozado de tal honor.

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